El pasado mes de febrero nos dejaba para siempre la gran cantautora cubana Sara González, una de las fundadoras del “Movimiento de la Nueva Trova”, que desde diciembre de 1972 ha sido la cuna y la casa de la canción comprometida con su tiempo. Con la dispersión de sus cenizas a la entrada de la bahía de La Habana, como era su deseo, amigos cercanos dieron su último adiós a la intérprete y compositora.
Nacida en el barrio habanero de Cayo Hueso en 1949, sus padres supieron transmitirle un alto sentido de la cubanía y la justicia, y un enorme amor por la música y el baile. Estudió guitarra y viola, y a lo largo de su trayectoria conoció el éxito en diferentes lugares del mundo, además de en su propia isla natal. Cantó en numerosos escenarios de primera categoría, así como en universidades y plazas públicas; y compartió escenario con grandes artistas como Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Joan Manuel Serrat, Mercedes Sosa, Chico Buarque, entre otros muchos.
En su primer disco (1975), musicalizó los “Versos Sencillos” del poeta nacional José Martí, y después produjo los títulos “Cuatro Cosas” (1982), “Con un poco de amor” (1987), “Con apuros y paciencia” (1991), “Si yo fuera mayo” (1996) y “Mírame” (1999). Además de sus presentaciones personales, realizó producciones musicales para cine, televisión y radio.
Para recordar la memoria de figuras clave de la cultura cubana como Sara González y Noel Nicola, tres generaciones de trova se reunirán durante todo un año en conciertos de guitarra. Bajo la máxima “Porque es trova y es nueva”, la habanera Sala Avenida del municipio de Marianao acogerá los terceros sábados de cada mes, hasta enero de 2013, a todos los músicos que quieran sumarse al tributo.
