Lamentablemente, el pasado lunes 20 de febrero se despidió de todos nosotros y para siempre Manuel Labarrera, apodado por Pedrito Calvo como “el tumbador de la sonrisa amplia”.
Deja en nuestro recuerdo miles de actuaciones durante más de 20 años formando parte de la base rítmica de la orquesta Los Van, una orquesta de referencia obligada en la historia musical cubana, y que ha sabido mantenerse, con su dualidad entre tradición y contemporaneidad, entre las preferencias musicales de varias generaciones.
Este maestro de la percusión descansa para siempre en la capital cubana. Su virtuosismo y su gran personalidad marcaron una huella considerable dentro de la historia de los Van Van y de toda la música cubana.
Desde aquí nos sumamos al sentimiento de tristeza y dolor que ha dejado en el corazón de todas aquellas personas que tuvimos la oportunidad de conocerlo y quererlo. Hasta siempre, Manolo.
