Un día como hoy hace
93 años nace al centro de la isla (Sagua la Grande) Bartolomé Maximiliano
Moré " El Benny Moré", este niño que lleva el apellido de su madre es
el mayor de 18 hermanos, y asegura en todas las entrevistas que siempre tuvo
vocación por la música: "Yo creo que empecé a cantar cuando me
quitaron los pañales, por lo menos así yo me veo en mis recuerdos, cantando
desde muy niño".
Su madre confirma con anécdotas sobre ese don del pequeño,
en sus recuerdos están aquellos que
rememora como a los seis años el niño busca una tabla y un carrete de hilo, atando
ambos que en su imaginación son las
cuerdas de una guitarra, así nace su primer proyecto, en el que junto a su
hermano Teodoro, crea sonidos peculiares
con machetes, clavos y latas de leche condensadas que hacen las veces de bongoes, entre otros
artilugios provistos de ritmos
En 1935, con 16 años, forma parte del primer grupo musical serio; luego se va
con su hermano Teodoro a cortar caña a la central Jaronú (Provincia de Morón),
donde conoce a Castellanos y Víctor Landa (dos importantes músicos cubanos),
quienes le enseñan el instrumento y con
el dinero que gana y los ahorros de Teodoro compra su primera guitarra de
calidad.
Decide irse a La Habana en 1936, y vive de
vender frutas y viandas golpeadas o deterioradas y plantas medicinales. A los
seis meses regresa al pueblo natal, empezando así un nuevo peregrinaje junto a
su hermano como jornaleros por cañaverales de la isla
En
1939 alternan el trabajo con las serenatas en compañía del conjunto Avance
(Horacio Landa, Enrique Benítez, Che Casonas, Mayombe y otros. Benny era el cantante),
con dos de los integrantes de este conjunto (Enrique Benítez y Cheo Casanovas) forma
posteriormente un trío de voces y guitarras.
En
1940 llega a La Habana por segunda vez y durante cuatro años vive como puede,
tocando y cantando en bares y cafés. Pasa el sombrero y dice "Coopere
con el artista cubano"; mientras tanto en los restaurantes lo echaban a la calle
para que no molestara a la clientela.
A comienzos de los 40, en la emisora CMQ
comienza un programa titulado Corte Suprema del Arte, y el Benny se presenta al concurso. Sin embargo nada más
empezar a cantar le tocan la campana. Más tarde volvió a participar en el mismo ganando el primer premio; pero no es hasta
1944 que consigue un contrato estable en
las emisoras CMZ y 1010, durante ese tiempo integra dúos, cuartetos y septetos.
Por
entonces, Siro Rodríguez, del memorable Trío Matamoros, lo escucha cantar en el
bar El Temple, causándole una gran impresión y le pide colaboración como voz
prima del mismo; con el Conjunto Matamoros va a México en 1945, donde canta en
los dos cabarets más famosos de la época: “El Montparnasse” y “El Río Rosa”. Aquí
Graba varios discos. El propio Bartolomé reconocería más adelante que lo más
emocionante de su carrera musical había sido escuchar su voz grabada.
Cuando
el Conjunto Matamoros vuelve a Cuba, Bartolomé decide continuar en México,
adoptando el nombre artístico de “Benny
Moré” al conseguir el permiso de trabajo del sindicato de artistas ,ese sería
el inicio de sus éxitos por escenarios y casas discográficas, grabando en
primicia para la multinacional norteamericana RCA Víctor, junto con la orquesta de Mariano Mercerón y
con Pérez Prado: Bonito y sabroso, Mucho corazón, Pachito el che o
Ensalada de mambo, son algunas de las piezas antológicas que
preceden al internacionalmente famoso género musical llamado mambo , que
personalizara y difundiera por el mundo el también cubano Dámaso Pérez Prado.
A finales de los 50 regresa a Cuba. Era una
estrella en México, Panamá, Colombia, Brasil y Puerto Rico, pero casi desconocido
en la isla. Su primer hit en Cuba fue Bonito
y Sabroso. Triunfó en sus actuaciones en la Cadena Oriental de radio
que durante un tiempo alternó con la Cadena Oriental y los viajes a La
capital para grabar con RCA, presentaciones en RHC Cadena Azul, y con la orquesta de Bebo Valdés, que presentaba
el nuevo ritmo batanga; el locutor del programa IbrUrbino, lo presenta
como El Bárbaro del Ritmo.
Fracasa
el ritmo batanga y Benny es contratado por Radio Progreso, con la orquesta de
Ernesto Duarte. Además de la radio, cantaba en bailes, cabaret y fiestas .Las
crónicas de la época reseñan como se desbordaban las aceras y jardines del
Capitolio para escucharlo cuando su potente voz resonaba en el entonces Centro
Gallego de Cuba.
En 1952 graba con la Orquesta Aragón que lo
acompaña en sus actuaciones hasta que forma su propia Banda Gigante. Asiduo a las
vitrolas de bares en los que pone sus propias canciones y canta a dúo consigo
mismo sella su estilo de “Sonero mayor”, abriendo caminos insospechados a nuestro canto y ritmo.
Entre
1954 y 1955 la Banda Gigante de Benny Moré alcanza gran popularidad. En el 56 y
el 57 realiza una gira por Venezuela, Jamaica, Haití, Colombia, Panamá, México
y Estados Unidos, en este último país canta en la gala de entrega de los Oscar
con la orquesta de Luis Alcaraz.
En
1960 comienza sus actuaciones en el Night and Day, El sagüero desconoce la
técnica profesional de dirigir una orquesta pero le imprime un sello personal y
cubanísimo que le hace ganar el título de El
Bárbaro del Ritmo, Le llamaba a su orquesta "su tribu" y con ella
viajó casi toda América, actuando en
muchos lugares y ameniza los bailables de La Tropical en La Habana.
Su
personalidad original llama la atención y aún más cuando comienza a usar un
bastón sin dejar de usar su enorme sombrero. Por otra parte su voz, dotada de todo
el registro vocal, tonalidades y tempos, desdoblada en frases y gritos, crean
una atmósfera envolvente que invita a personas de todo tipo y condición a
contonear un bolero, un son o un guaguancó.
Comprometido
con su pueblo, fiel a su origen humilde y sabedor de los malos tiempos que lo
toca vivir antes de triunfar, siempre está dispuesto a cantar en fiestas
populares, muchas veces sin cobrar. En cierta ocasión, y con motivo de su actuación en Haití, la
orquesta es invitada por el presidente Paul Magloire a una comida en una finca,
junto con las autoridades y el cuerpo diplomático. Benny no aparece y al salir a
buscarlo lo encuentran en un barrio pobre, compartiendo con sus habitantes, y de
manera especial con los niños, de esta manera se ausenta de un brindis que le
impide estar con los pobres.
Hacía
la década del 60, su salud ya quebrantada visiblemente a causa de una cirrosis
hepática, lo conmina a permanecer días en la cama, pero ello no le impide ejercer una actividad artística casi sin
reposo Ej.: tres días antes de morir vuelve al escenario y canta Dolor y Perdón, Maracaibo y castellano que
bueno baila usted. De vuelta a La Habana empeora e ingresa en el hospital Emergencias,
falleciendo a los 47 años de edad el día
19 de febrero de 1963.
De
gran corazón, prodiga su incondicional amor a Cuba, sus raíces campesinas,
familia y amigos, a quienes ofrecía ese gracejo criollo que lo caracterizaba Ej.:"Mira,
mi socio, yo de música no se una papa aunque la mayoría de cosas que interpreto
tienen letra y música de mi creación. Nunca he estudiado música. Yo lo que
tengo es un gran oído”
Decir
Cuba es decir Benny, y cuando su voz repica en nuestros oídos, los hijos de esa
bella tierra nunca olvidamos felicitarlo por su onomástico cada 24 de agosto, y
él, nuestro Sonero Mayor nos responde: “Dale mambo, dale mambo”.
Sirva pues, esta
semblanza de su vida y obra de merecido reconocimiento y tributo a Benny Moré, quien fuera, es y será la culminación del sendero
recorrido por el arte musical cubano.